viernes, diciembre 20, 2013

El misterio del fascismo (3)






















El fascismo es una "herejía marxista". Marx ostenta el mérito innegable de emprender una crítica radical del liberalismo, pero será una crítica insuficiente, limitada, que la propia finitud de la vida de Marx como individuo impide culminar (por ejemplo en todo lo que respecta a la teoría del Estado). Pero además, la filosofía marxiana como tal, independientemente de la cojera de los "marxistas" ("yo no soy marxista", sostuvo Marx), permanece dentro del círculo de los valores cristianos que el filósofo alemán de procedencia hebrea trató expresamente de cuestionar en La cuestión judía (1844). Tendremos que esperar a Nietzsche para que el estrato axiológico del objeto aflore y se adelante al primer plano de visión. Los seguidores de Nietzsche que olvidan a Marx pasan fácilmente del fascismo a la extrema derecha. Los marxistas que olvidan a Nietzsche (y hogaño, con la "crisis", comienzan de nuevo a "proliferar" como hongos) nos devuelven a una definición de la situación que ni siquiera el propio Marx aceptaría después de la trágica experiencia del comunismo.

El Manifiesto comunista fue publicado en 1848. Recordemos aquí las primeras líneas del texto:

Un fantasma recorre Europa, el fantasma del comunismo. Todas las potencias de la vieja Europa se han aliado en santa cacería contra este fantasma: el papa y el zar, Metternich y Guizot, radicales franceses y policías alemanes. 

¿Dónde está el partido opositor que no haya sido tachado de comunista por sus adversarios gobernantes, dónde el partido opositor que no haya relanzado el estigmatizante reproche de comunista, tanto a sus adversarios más avanzados como a sus enemigos más reaccionarios?

Dos cosas se derivan de este hecho.

Todas las potencias europeas reconocen ya al comunismo como una potencia.

Substituyamos los nombres hoy obsoletos de Metternich y Guizot por los de Merkel y Hollande,  el papa de entonces por el actual y el zar por Putin; substituyamos "comunismo" y "comunistas" por "fascismo" y "fascistas". El statu quo ya no teme a los comunistas, los marxistas son elegantes y respetados antropólogos del multiculturalismo académico. Si aceptásemos el razonamiento de Marx, el fascismo debería erigirse en "potencia". Pero el fascismo sólo parece existir en un plano puramente simbólico de la realidad, el mismo que Locchi descubriera en su famoso opúsculo "La esencia del fascismo". El fascismo está muerto, mas, como el Cid, sólo su fantasma atemoriza ya tanto a los políticos sistémicos como antaño la realidad del comunismo a aquéllos que, a la sazón, contaban como los burgueses que nunca han dejado de ser. Y ya se trate de los "adversarios más avanzados", ya del PP o de "la policía alemana", a quienes detienen es a los "fascistas", no a tales "revolucionarios", tigres de papel que han hecho suya la inane e inocua jerigonza marxista-leninista al uso. La simple imagen virtual del fascismo tiene una potencia mucho mayor, despierta más el miedo de los inversores y de toda la chusma liberal, que esos progres de cuidado diseño (hasta en la mugre) cuando todavía se atreven a esgrimir la vieja quincalla roja y entonan la queja de la "amenaza fascista" para continuar cobrando la subvención municipal. El "fascismo" -cualquiera que sea el significado de esta palabra- es "revolucionario" incluso en su ausencia, en su no-ser, en su puro existir imaginario o significante. ¿Por qué? Hete aquí el misterio que la filosofía debe desentrañar.

Jaume Farrerons
La Marca Hispànica
20 de diciembre de 2013

DOCUMENTACIÓN ANEXA

http://www.elcato.org/fascismo-y-marxismo-el-rechazo-de-la-libertad

Por supuesto, la "libertad" del autor de este artículo la estamos experimentando los ciudadanos de los países capitalistas en nuestra propia piel. Tampoco explica el texto el apoyo liberal a dictaduras capitalistas del agrado de Milton Friedman. Véase otra perspectiva que permite "empezar a pensar":

http://nacional-revolucionario.blogspot.com.es/2010/02/los-ideales-fascistas-1.html

http://nacional-revolucionario.blogspot.com.es/2012/05/los-ideales-fascistas-2.html

AVISO LEGAL

http://nacional-revolucionario.blogspot.com.es/2013/11/aviso-legal-20-xi-2013.html

 

miércoles, diciembre 18, 2013

El misterio del fascismo (2)

El artículo "El misterio del fascismo" invita a una reflexión para retomar, en el futuro, temas pendientes que la nueva ley del código penal deja, por el momento, fuera de todo debate público. "El misterio del fascismo" es un extraordinario trabajo teórico que, por su relativa objetividad, poco frecuente en el tema, nos permite adoptar un punto de vista académico y científico en la reflexión politológica sobre fascismo.
 
En primer lugar, sostiene Ramsay Steel, el fascismo sería "una herejía marxista". Auténtica bomba que afecta por igual tanto a los dogmas de la antropología norteamericana (teoría de acompañamiento del mundialismo liberal y del multiculturalismo correspondiente) cuanto a la izquierda más sectaria y cavernícola del antifascismo okupa; pero también al antifascismo progresista sistémico que la crisis vuelve a alentar amparándose en una obscena amnesia de los crímenes del comunismo.
 
Según Ramsay Steel, el fascismo aplica en su primera etapa (1922-1929) del Ventennio una agenda económica liberal y esto ha sido interpretado como un desenmascaramiento de las aviesas y ocultas intenciones derechistas de Mussolini, cuyo programa de 13 de mayo de 1919 había podido ser calificado, empero, como de izquierda nacional. Sin embargo, el análisis de "El misterio del fascismo" permite concluir que dicha fase liberal sería un residuo de ideas marxistas presentes en el fascismo, pues el socialismo, para los revolucionarios ortodoxos al uso, sólo podía ser el resultado de la consumación, hasta las heces, de las consecuencias y la dinámica criminal del sistema capitalista, que un dispositivo ético de protección social se limitaría a aplazar, obstruir y maquillar en beneficio de la burguesía.
 
Basta leer el Manifiesto Comunista, entre otros textos (la "Crítica al programa de Gotha" es el más escandaloso), para entender que los propios comunistas se oponían a cualquier tipo de concertación de tipo sindical o reformista con la llamada "democracia parlamentaria". La praxis del leninismo fue más despiadada con las masas que el mundo descrito por Engels en La situación de la clase obrera en Inglaterra. La actual deriva de la China comunista hacia el neoliberalismo es la evidencia monstruosa -que los analistas de izquierdas son incapaces de explicar mientras proceden ritualmente a reivindicar, ante la imparable ofensiva neoliberal, la figura de Marx- de que el marxismo clásico bien entendido exige desencadenar las fuerzas devastadoras del sistema capitalista y abandonarlas a su propia lógica para que la revolución proletaria sea algún día simplemente posible.
 
!El marxismo entraña el mejor argumentario para legitimar todas las falacias económicas del neoliberalismo de Milton Friedman!
 
El estado corporativo, la protección social, la economía mixta, etcétera, aparece en la Italia fascista después de la crisis de 1929, cuando los fascistas abandonan estos aspectos del marxismo e intentan definir los términos de una revolución nacional que ya no espera a la debacle capitalista para dignificar la vida cotidiana de los trabajadores-compatriotas.
 
Empero, en lugar de explicar esta insultante patencia, los teóricos neomarxistas actuales intentan vincular el neoliberalismo al fascismo, enterrando bien hondo el mensaje de Marx contrario a toda forma de reformismo y de estado social que preserve cualesquiera elementos de la economía de mercado. Se pretende, con una sinvergonzonería alucinante, reivindicar el estado social en nombre del marxismo y avalado por conceptos marxistas, mientras se identifica el desmantelamiento de las instituciones de protección  laboral y familiar con el avance de un fascismo/liberalismo cuya única realidad ha sido, precisamente, la de la herencia marxista "en el fascismo".
 
Con esto debería empezar a quedar claro que el fascismo es precisamente el primer ensayo de estado social, economía mixta y nacionalismo popular -aunque no democrático durante el Ventennio- concebido en términos de independencia o soberanía política frente a la mundialización liberal y la hegemonía transnacional de los mercados financieros, una "tendencia" derechista y "reaccionaria" actual, ésta última, que, no obstante, desde posiciones marxistas ortodoxas, debería ser apoyada. De ahí la ambigua impostura de los movimientos antiglobalización, que niegan por una parte la lógica del neoliberalismo pero, al mismo tiempo, pretenden sustentarse en un mundialismo apátrida de masas o multitudes mestizas sin otro punto de anclaje que el imperativo de la sociedad de consumo hedonista, es decir, hablando propiamente de una santa vez, sin ningún punto de anclaje "en absoluto", siendo así que el mundialismo no es más que una cara de neoliberalismo (el marxismo sería la otra cara), y el estado de protección social no podría basarse más que de forma falaz y transitoria en una ética hedonista e individualista que corroe la comunidad nacional.
 
La trinchera de la lucha contra la oligarquía es, ex hipothesi, y en una palabra, el nacionalismo revolucionario. Para quienes han sostenido durante años que no saben en qué consiste ser NR, ha llegado la hora del bochorno, pues NR es nada menos que el único campo antioligárquico real. Un espacio político "virtual" -y ha seguido siéndolo por culpa de los evolianos y tradicionalistas- que representó siempre, a lo largo de 30 años de grito en el desierto, nuestra causa, en una soledad que da mucho que pensar, contra aquellos que apostaban por la renuncia a la modernidad en aras de un retorno a las cavernas chamánicas, a la magia y otras indecencias teóricas y políticas. El nacionalismo revolucionario es una "herejía marxista", una alternativa moderna a la modernidad cristiano-secularizada, un rechazo determinado del marxismo, pero no de la filosofía de Marx en bloque. No hay fascismo sin filosofía marxiana. No hay fascismo sin crítica del marxismo, es decir, sin antimarxismo y antiliberalismo a la par. El antimarxismo y el antiliberalismo fascistas no pueden interpretarse como la oposición a dos doctrinas distintas, según se ha venido dando por entendido hasta ahora, pues entonces no se entiende qué pretende sostener realmente el fascismo. Aquello que el fascismo rechaza del marxismo es su liberalismo. Se es "antimarxista antiliberalista", no antimarxista y, además, antiliberalista. En este "insignificante" matiz resúmese todo el fascismo.
 
Dicho esto, quedan, sin duda, muchas cuestiones por aclarar. Pues el fascismo fracasa históricamente y el artículo citado explica o pretende explicar las causas de tal fracaso. ¿Significa eso que fracase el nacionalismo revolucionario como tal? No, porque el fascismo no es más que una figura histórica concreta y germinal del imaginario NR, pero no se puede reducir lo NR al fascismo. El nacionalismo revolucionario -no el fascismo- sigue señalando la única dirección para la libertad de los pueblos. El neomarxismo sistémico, que representan publicaciones como "Le Monde Diplomatique" o grupos al estilo Attack o filósofos de pedigrí progresista (Negri, Chomsky, Petras...) nos mantiene dentro de la lógica capitalista a pesar de todas sus protestas contra la actual faz neoliberal del régimen oligárquico transnacional. El "misterio del fascismo" es que sólo ese "fascismo", estigmatizado en términos de "mal absoluto", nos permite seguir pensando.
 
Jaume Farrerons
La Marca Hispànica

lunes, diciembre 09, 2013

Miguel Ricart o el linchamiento moral biempensante



Miguel Ricart, único condenado por el asesinato de las niñas de Alcàsser, salió en libertad el 29 de noviembre de 2013 tras cumplir íntegros 20 años de prisión. Según la ley, ha pagado su deuda con la sociedad. Pero una parte de esa sociedad no está de acuerdo con el trato. La pena sabe a poco. Algunos de los que reclaman "más" son afectados directos y en este punto no voy a entrar por una simple cuestión de respeto ante el legítimo sufrimiento ajeno. Pero hay justicieros, presuntas víctimas voluntarias (incluidos obscenos profesionales de la escandalera periodística) que deberían tener la vergüenza de callarse. A ellos y sólo a ellos dedico este artículo.
Víctimas de ocasión
Ciertamente, las vidas de las verdaderas víctimas no pueden convalidarse, desde el punto de vista de su valor, con ninguna pena de cárcel, pero nuestro sistema penitenciario rechaza el principio del "ojo por ojo" y apuesta por el concepto de rehabilitación. Quienes pretendan volver al talión, a la venganza pura y dura, tienen todo su derecho de reivindicarlo abiertamente por los cauces que la libertad de expresión garantiza (supuestamente) en esta nuestra presunta "democracia", pero trataríase de una discusión teórica, filosófica y política que no puede recaer toda entera sobre las espaldas de un ex recluso. Pues, en ese caso y apelando a idéntica justicia, con la misma vara de medir habría que tasar todas las penas aplicadas desde el momento en que la Constitución Española y la correspondiente legislación penal y penitenciaria comenzaron a ejecutarse.
Decenas de miles de personas que pasaron por la cárcel antes que Miguel Ricart han evitado así que se les castigue "de verdad" según su merecimiento equitativo y moral. Y otras han sido castigadas con una asombrosa desproporción y exceso. Una rara justicia que ciertas víctimas reivindican sólo para ellas, es decir, para el caso de su interés, pero no para los millones de exterminados impunes en decenas de genocidios sin juzgar, cuya existencia parece importarles un rábano a los habituales postulantes y biempensantes del populismo penal.   
Los condenados por el caso Treball eludieron la prisión después de sustraer 388.000 euros al erario público, pero yo he conocido presos que se han "comido" dos años y medio de prisión preventiva por robar un bolso o 3 años de cárcel por arrojar un oso de peluche a su esposa. ¿Es eso justicia? ¿Y le han importado a alguien los miles de personas que, a consecuencia de auténticas nimiedades, sufrieron condena, mientras los dirigentes del Partido Popular se ríen de la gente en la misma Valencia que conoció las fechorías de Ricart? ¿Qué pasa con las 43 víctimas del accidente del metro de esa ciudad? ¿Es que la sociedad valenciana no ve en Ricart su propia faz, y en el aparato judicial que exoneró a Camps o encubrió a los responsables de dicho accidente el reflejo de una decadencia moral absolutamente bochornosa? ¿No somos gobernados, en España, por un delincuente que responde al nombre de M.Rajoy? Podríamos continuar elevando interrogantes hasta llegar a la Casa Real...

Asesinos legales, impunes y honoríficos.
La extraña justicia
La "injusticia" de que las vidas de tres menores se "cambien" por unos años, muchos o pocos, de privación de libertad, sólo podría resolverse de una manera: aplicando la pena capital a quienes hayan cometido delitos de sangre con resultado de fallecimiento doloso de la víctima. Pero ni siquiera así pagaría Ricart su culpa, porque necesitaría de dos reencarnaciones más y sendas penas de muerte para saldar la deuda pendiente, lo que es absurdo. Así que, en buena lógica, Ricart no podría pagar con su vida, tendría que ser torturado unos cuantos años, es decir, sufrir dolor en la cuantía que el juez determinara (¿sería suficiente el monto cuanto quiera que fuera, en opinión de esas víctimas?), a efectos de reembolsar el dolor no ya de las niñas, sino de sus familiares. Además, dichas víctimas reales no pueden hablar, no van a resucitar aunque Ricart fuese torturado una década y luego ejecutado. Por muy espantoso y reprobable que resulte el crimen del que ha sido acusado (y cuya autoría niega pese a que, como resulta fácil inferir, le hubiera beneficiado mucho declararse culpable y arrepentirse), la ley también le ampara él, pues Ricart continúa siendo un ciudadano español. Esto parecen no entenderlo quienes ahora gritan que, una vez puesto en libertad, se emprenda una suerte de linchamiento moral, una condena civil alegal adicional consistente en acosar al ex recluso dondequiera que vaya hasta provocar su suicidio. Si semejante infamia es la secreta meta de quienes dicen enarbolar la bandera de la justicia, entonces el rostro de ésta comienza a parecerse demasiado al del propio y "diabólico" asesino.
En este punto, el papel de los medios de comunicación sólo puede calificarse de vomitivo, pues nunca se les había visto rasgarse las vestiduras con tanto celo por la impunidad de los políticos corruptos y por hechos que ni siquiera han sido llevados ante los tribunales, como el crimen contra la paz de la guerra de Iraq (2003). ¿Cuántas veces debería ser condenado a muerte José María Aznar por las víctimas civiles iraquíes, que se cuentan por centenares de miles? Parece evidente que los primeros beneficiarios de la "cacería" mediática y social que está sufriendo Ricart son los políticos que nos gobiernan, quienes han descubierto en buena hora que el odio de la ciudadanía por los efectos devastadores de la denominada "crisis económica" (=ajuste duro neoliberal) puede desviarse convenientemente hacia otros "objetos", mientras sus propias, corruptas y "sagradas" personas, responsables de delitos cuyo volumen de dolor social efectivo rebasa con mucho el provocado por Ricart, volverán a pasearse con tranquilidad por las arruinadas calles españolas.

Capo local de la mafia aznarista.
Alcàsser: un crimen castuzo
Finalmente, conviene recordar también que el crimen de Alcàsser dista de haberse aclarado. El principal inculpado, Antonio Anglés, permanece en "paradero desconocido", y quizá fue ayudado en su fuga -para que no pudiera declarar- por poderes que se mantienen en la sombra. Ricart tiene todo el derecho de cuestionar un proceso judicial perpetrado bajo un sistema político putrefacto que ha favorecido y sigue favoreciendo, desde la fiscalía hasta el último juez (con muy pocas excepciones), a los poderosos de siempre: banqueros, grandes empresarios e inversores, políticos, torturadores policiales y carcelarios, etcétera. La afirmación de que Ricart fue sólo un chivo expiatorio de una red pederasta de sexo violento y criminal donde estaban implicados personajes oligárquicos de la corrupta sociedad valenciana, adquiere credibilidad no sólo por las características del proceso, por la desaparición de Anglés y por otros cabos sueltos procesales similares al caso Dutroux, sino porque en Castellón podríamos tener ahora mismo una repetición de los hechos de Alcàsser y, una vez más, las élites, las canallescas élites que han destrozado este país, estarían implicadas en delitos, y no ya sólo en corruptelas, del mismo calibre penal que las imputadas a Ricart.
Desde aquí quisiera, por mi parte, proclamar el derecho de Ricart a dejar de ser acosado como una alimaña. No se castiga a las bestias dañinas, se las "sacrifica" porque no existe responsabilidad moral en el animal. El castigo se aplica sólo a los seres libres; consecuentemente, los seres libres, en tanto que susceptibles de castigo, son depositarios de un resquicio irreductible de dignidad inherente a su propia condición de imputables. Castigado Ricart de acuerdo con la ley penal vigente, debe permitírsele reconstruir su vida en libertad o pronto tendremos un nuevo delito, pues quien es tratado como una alimaña, terminará convirtiéndose, y con toda la razón del mundo, en lo que se espera de quien ha sido expulsado de la humanidad.
Jaume Farrerons
Ex funcionario de prisiones
La Marca Hispànica
10 de diciembre de 2013

DOCUMENTACIÓN ANEXA

http://elpalleter.orgfree.com/cartas.htm

http://webs.demasiado.com/elpalleter/qpalcacer.htm

http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article56631

https://teatrevesadespertar.wordpress.com/2013/11/23/la-mafia-pederasta-por-encima-de-la-ley-organizada-en-castellon/

http://www.vocesdepradillo.org/content/estan-ocultando-la-existencia-de-una-red-mafiosa-y-de-pederastia-encabezada-por-el

http://www.abc.es/hemeroteca/historico-02-03-2004/abc/Internacional/dutroux-afirma-que-solo-fue-el-peon-de-una-red-mafiosa-de-explotacion-sexual_248267.html

http://www.burbuja.info/inmobiliaria/conspiraciones/467568-aznar-recompensado-gladio-frances-alcasser-fabra-11-m-dutroux-etc.html

http://www.sott.net/article/244380-Beyond-the-Dutroux-Affair-The-reality-of-protected-child-abuse-and-snuff-networks-in-a-world-ruled-by-psychopaths

http://www.burbuja.info/inmobiliaria/conspiraciones/440872-casta-hachuel-mercenarios-israelies-crimen-organizado-alcaser-tercera-parte.html

http://lavapeur.over-blog.fr/article-dominique-strauss-kahn-zandvoort-dutroux-outreau-fmi-onu-otan-israel-franc-macon-marcel-ver-75788497.html

http://dondevamos.canalblog.com/archives/2013/08/30/27910518.html

domingo, diciembre 01, 2013

Nacionalismo revolucionario de izquierdas: el testimonio de Erik Norling (1)

Erik Norling
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
La idea de que pueda existir un nacionalismo revolucionario de izquierdas no deja de levantar ampollas. Para ciertos sectores patrióticos la simple palabra "izquierda" es ya piedra de escándalo. Dispuestos están a reconocerse socialistas, pero algunos razonan de la siguiente manera: "tal organización no puede considerarse de izquierdas porque era socialista", frase ininteligible donde las haya, pero que a fuerza de adoctrinamiento ha pasado a ser considerada comprensible de suyo entre aquellos que aceptan con más naturalidad, por ejemplo, que el nacionalsocialismo es un movimiento de "extrema derecha". El discurso del sistema oligárquico ha calado tan hondo, que los propios "socialpatriotas" asumieron ya que el "fascismo" no puede ser de izquierdas. Ni de derechas, ni de izquierdas, o sea, en la práctica: de ultraderecha. Estos patriotas, habitualmente católicos y conservadores en lo social, deberían preguntarse por el insistente interés de la oligarquía, el poder al que dicen rechazar, en identificar el fascismo, el nacionalsocialismo y el nacionalsindicalismo con la extrema derecha; cuál es el motivo del temor a que la gente relacione dichos movimientos con ideologías populares que, como poco en sus inicios, fueron todas ellas no ya de izquierda, sino en algunos casos de extrema izquierda. Entendiendo por tal la izquierda revolucionaria, aquella que quiere derribar mediante la violencia el orden  liberal-burgués establecido. No pretendemos a juzgar aquí otros aspectos de los fascismos, como los relativos a temas de derechos humanos, que ya hemos abordado en otras entradas. Dado que la extrema izquierda marxista-leninista ha cometido crímenes comparables o mayores en gravedad que los del nazismo, el término izquierda debe ser entendido aquí como valorativamente neutro desde dicho punto de vista. Sólo nos preocupa el dato objetivo que ya planteamos en Madrid en la conferencia de noviembre de 2007: nacional-revolucionarios, ¿una opción de izquierdas?
 
Pero no repetiremos tampoco ideas expuestas en otras entradas y textos de dominio público. Aquí nos limitaremos a recabar el testimonio del historiador Erik Norling, autor de varios libros sobre la materia. Vaya por delante, pues, la siguiente ficha bibliográfica y profesional de Norling:
 
 
Parece que se celebran los libros de Norling, pero, por otro lado, el extremado cerrilismo de ciertos socialpatriotas sólo resulta comprensible si caemos en la cuenta de que no conocen la obra de este autor de reconocido prestigio. Quisiera hacer referencia a algunos de sus trabajos más importantes y significativos en la caracterización de "la izquierda fascista", título de una conferencia impartida por Norling el 21 de noviembre de 2009 en la Librería Europa:
 
Los hermanos Strasser y el Frente Negro, Barcelona, ENR, 2004.
 
Las JONS revolucionarias, Barcelona, ENR, 2008.
 
Fascismo revolucionario, Barcelona, 2ª Ed., ENR, 2000.
 
La Falange obrera, Barcelona, ENR, 2009.
 
La encomiable labor de Ediciones Nueva República en este esfuerzo de publicación debe ser recordado al margen de otras discrepancias. Libros que el propio Norling recomienda en lo que concierne al concepto de una izquierda fascista son los siguientes:
 
Konservative Revolution. Introducción al nacionalismo radical alemán, 1918-1932, Locchi, G. / Steuckers, R., Valencia, Acebo Dorado, 1990.
 
Sobre la Konservative Revolution, VV. AA., Barcelona, ENR, 2000.
 
Corrientes políticas e ideológicas del nacionalismo alemán, 1918-1932, Adriano Romualdi, Barcelona, ENR, 2002.
 
Todas estas obras, de alguna manera, avalarían según Norling la tesis de un nacionalismo revolucionario de izquierdas. Cito literalmente una referencia al partido nacionalsocialista alemán:
 
Con respecto al nacionalsocialismo, una realidad sobresalía: el NSDAP había sido -fundamentalmente entre 1925 y 1930- un partido de izquierdas; nacionalista sí, pero ante todo socialista (Norling. E., Los hermanos Strasser..., op. cit., p. 20).
En cuanto al desarrollo de este enfoque por otros autores a otros movimientos "fascistas", véase op. cit., pp. 21-29, con las correspondientes referencias bibliográficas.
 
¿Una simple reflexión teórica o una cuestión vital?
 
Vivimos hoy años decisivos (Spengler): la metástasis del capitalismo financiero mundial, el descaro racista del sionismo, la impunidad del imperialismo estadounidense y el ruinoso escenario europeo de regresión al liberalismo salvaje decimonónico, convalidan las ideas de los nacionalistas revolucionarios. El marxismo ya no representa ninguna alternativa al sistema democrático en crisis. Los últimos países comunistas ortodoxos, como China, se aprestan a pasarse, con armas y bagajes, al capitalismo más obsceno. El comunismo que todavía resiste, por ejemplo en Corea del Norte o Cuba, es un espantajo. Ni capitalismo, ni comunismo: hete aquí el lema NR, que hace sólo quince años antojábase "pasado de moda". La presunta antigualla está empero corporeizándose ante nuestros ojos; sólo la impotencia ideológica nos impide acudir a esta obligada cita con la historia.
 
Estoy proponiendo a todas las fuerzas patrióticas que olviden sus rencores y cuestiones personales para unirse en un proyecto común. Sin embargo, esta propuesta no debe confundirse con la invitación al potpurrí ideológico.  La cancelación de las rencillas afecta a la cuestión personal: la unidad NR ha de respetar de forma estricta el imperativo de ruptura con la extrema derecha. Cómo se las arreglarán algunos para no convertir esa insoslayable directriz en un asunto de ofensa privada y egos heridos, es cuestión de disciplina ética, formación doctrinal y madurez política.
 
La oligarquía sólo puede ser combatida desde posiciones a la vez nacionalistas y revolucionarias. Pero los NR, en estos momentos, somos incapaces de conectar con el pueblo trabajador de la nación. Los propios patriotas nos lo ponen harto difícil con los muros mentales que ellos mismos se han construido siguiendo las consignas oligárquicas que identifican fascismo y extrema derecha. La evidencia es, empero, casi escandalosa: allí donde avanzan las posiciones patrióticas es entre los segmentos sociales obreros expoliados por el capital financiero sionista. Y si dichas opciones patrióticas no avanzan todavía más, es porque la mayoría de los obreros, digamos el 70%, sigue sin aceptar que deban entregar su voto y apoyo político a un facherío reaccionario de tres al cuarto. La experiencia de los Auténticos Finlandeses fue, en este sentido, significativa: presentaron un programa explícitamente izquierdista y rompieron, con el simple uso de esta "palabra mágica", el techo electoral ultraderechista, situado en el 15%.
 
Así pues, los nacional-revolucionarios tenemos al enemigo en casa. Los propios "camaradas" (y no hablo en términos "personales") que se oponen, como si de una cuestión demonológica se tratara, a utilizar sin escrúpulos teológicos el vocablo "izquierda", son el primer obstáculo que, nos guste o no, estamos forzados a allanar en el camino hacia la victoria. Estos "camaradas" reproducen el discurso sistémico (fascismo=extrema derecha) pero con el signo valorativo invertido (derecha=bueno, izquierda=malo), lo que les convierte de forma inmediata en un "polo social repulsivo" situado en las antípodas de todo vínculo espontáneo con las masas pisoteadas, saqueadas y humilladas por el poder oligárquico. Se trata de viejos y jóvenes militantes que tienen la cabeza repleta de cachivaches evolianos, medievalistas, cristianos, clasistas, derechistas, sexistas, racistas... Una vez suprimidos todos estos elementos de un programa político, ya no saben qué podría motivarles a ejercer la militancia. Ignoran el significado de ser NR. No tienen ni la más remota noción de la ideología nacionalista revolucionaria. Su "ideología" incluye cosas como la "sociedad de castas", la prepotencia del aristócrata, la idealización del señor feudal, etc., y desde luego no saben explicarte cómo podría proyectarse eso sobre una masa de trabajadores indignados si no es a guisa de puñetazo en la cara. Sería como espetarles a las víctimas de Lehman Brothers: "el capitalismo os ha convertido en explotados sin casa ni trabajo, nosotros os convertiremos en siervos de la gleba". Pero todavía esta "propuesta electoral" resultaría demasiado progresista para tales cruzados del hidalgo ideal: "os convertiremos en esclavos", según manda la "revuelta contra el mundo moderno". Good bye a la educación y la sanidad gratuitas, a la igualdad de oportunidades para ricos y pobres, hombres y mujeres..., al derecho democrático de votar a una opción política o removerla del poder en unas elecciones libres, a la técnica, la ciencia, el pensamiento racional, la filosofía incluso..., todo esto es "izquierdista", decadente, racionalista, moderno..., hay que retornar cuanto antes a la cueva, repartir unos cuantos mamporrazos y ponerse a las órdenes del chamán. Pero únicamente un auténtico cretino integral aceptaría a Evola como ideólogo sin apercibirse al mismo tiempo de que semejante operación de adoctrinamiento equivale, ipso facto, a un acto de autocastración mental, estratégica, técnica y organizativa de primera magnitud.
 
La inoperancia política de los "socialpatriotas" es, pues, la consecuencia de su bajísimo nivel ideológico. Las suyas son ideas que el sistema oligárquico introdujo, a través de Evola y sus cómplices de los servicios de información, en las mentes de las juventudes fascistas que sobrevivieron a la guerra y que durante la República de Salò habían mostrado inclinaciones peligrosas en cuanto a la recuperación de sus raíces izquierdistas revolucionarias. La oligarquía supo dónde tenía que poner el escalpelo, dónde extirpar todo futuro para el nacionalismo revolucionario: lo derechizó hasta extremos que van mucho más allá de la derechización burguesa del Ventennio. A los ojos de Evola, incluso el Ventennio era demasiado izquierdista: el trote del "caballero reaccionario" sólo se detiene al avistar las pirámides egipcias.
 
Desde esta página (y también en otros lugares) estamos luchando sin tregua para alzar la bandera de una izquierda nacional y demoler todos los techos electorales autoimpuestos a golpe de ignorancia y mezquindad racista, sexista, elitista... La simple lectura de los comentarios a nuestros posts pone de manifiesto que demasiados de los denominados socialpatriotas no sólo son incapaces de leer a Heidegger (algo que ya sabíamos), sino que ni siquiera se han molestado en ojear las obras de Norling y otros autores fundamentales.
 
Conclusión (que deberá ser algún día universalmente reconocida si pretendemos escapar del gueto ultraderechista): las políticas interclasistas o de "tercera vía" podían sostenerse cuando en occidente todavía se detectaban presuntas burguesías patrióticas, pero en la actualidad y desde 1945 todas las burguesías son apátridas y sionistas, sin excepción. El único sector social potencialmente patriótico es el pueblo trabajador. Der Arbeiter. Adiós al ninismo (ni derechas, ni izquierdas). El NR es de izquierdas o no es nada.
 
Jaume Farrerons
La Marca Hispànica
1º de diciembre de 2013