viernes, junio 05, 2015

Las fosas de la democracia

Continuad luchando por la verdad.










Por la verdad y la justicia. Derechos humanos para todos, sin excepción.


Manifiesto:



En 2015 se cumplen 70 años de la derrota del nazismo ante una alianza mundial de potencias que debía acabar de una vez por todas con las injusticias y traer la felicidad al mundo.
Por supuesto, no lo hizo, pero lo peor es que los vencedores ya habían perpetrado y perpetraron -antes, durante y después del conflicto- toda clase de genocidios, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, los cuales han sido simplemente borrados de la memoria histórica.
En efecto, burlando las normas vigentes al respecto, se han proclamado, juzgado y condenado una y mil veces los delitos o presuntos delitos de los vencidos, pero los políticos, los fiscales y los jueces de la "democracia", que eran corruptos y tenían las manos manchadas de sangre, silenciaron y mantienen todavía hoy jurídicamente ocultos los delitos de los aliados.
Por tanto, los que todavía no hemos sido sometidos en nuestro fuero interno a los dictados del opresor oligárquico, tenemos el derecho y el deber de cuestionar la legitimidad de aquellos poderes asesinos e impunes, así como la veracidad de su narración historiográfica, autojustificadora y puramente propagandística.
Han tenido mucho tiempo para demostrar que su vocación democrática y humanitaria era genuina. Hoy podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que mienten.
En Alemania centenares de miles de prisioneros de la Wehrmacht exterminados por los aliados yacen en fosas que las autoridades actuales se niegan a abrir. Esos soldados alemanes son el símbolo del fraude en que susténtase el régimen oligárquico todo a escala planetaria.
Nadie está obligado a creer en la palabra ni en la sinceridad de los criminales, pero conviene recordar que la oligarquía financiera y los políticos "democráticos" lo son. ¿Aceptarás tú su versión de los hechos?
Esta postura no se confunde y nada tiene que ver con una defensa ideológica del nazismo o una justificación de los crímenes que el régimen de Hitler haya podido cometer. Por la verdad y la justicia: derechos humanos para todos, sin excepción. Reconocimiento de las víctimas y castigo a los asesinos. 

Jaume Farrerons
La Marca Hispànica
5 de junio de 2015
UNBEKANNTER SOLDAT (SOLDADO DESCONOCIDO) TREUER SOLDAT (SOLDADO FIEL) QUE NUNCA NOS TRAICIONASTE (AL PUEBLO ALEMÁN)...






USA: LA FUNDACIÓN DE UNA MÁQUINA DE OPRESIÓN, SAQUEO Y EXTERMINIO A ESCALA MUNDIAL  

Con una orden que creemos no tiene precedentes en los anales de una nación civilizada, el Congreso ordenó la completa destrucción de este pueblo en cuanto nación (...), comprendidas mujeres y niños.
(Egerton Ryerson: "The Loyalists of America and Their Times: From 1620 to 1816", 2 volúmenes, Nueva York, Haskell House, 1880, vol. II, p. 100).



Nuestra intención es abundar, siguiendo una secuencia cronológica, en todos y cada uno de los genocidios, crímenes de guerra, crímenes contra la paz y crímenes contra la humanidad perpetrados por el país delincuente par excellence de la historia moderna: los Estados Unidos de América. Sólo a partir de esta evidencia documental se pondrá de manifiesto la extremada hipocresía de un dispositivo de poder "atlantista", con sede militar en el Pentágono, económica en Wall Street, propagandística en Hollywood y religiosa en Jerusalén, dedicado a "amparar" los "derechos humanos y la democracia" en el hemisferio occidental. Todo ello, empero, mediante intervenciones armadas, apoyo a dictaduras policiales sangrientas y bandas terroristas de extrema derecha, bloqueos económicos, esclavización, genocidios e intensísimas campañas de difamación contra los disidentes, resistentes o simples desafectos a todos los niveles: individuos, grupos, naciones, Estados... El historial oligárquico de atrocidades, asesinatos en masa y fechorías es tan espantoso, que las pretensiones de este país en calidad de presunto "guardián de la paz mundial" sólo pueden ser interpretadas como una burla añadida a sus numerosísimas víctimas.
 

La historia de las relaciones gubernamentales con los indígenas es un vergonzoso registro de tratados rotos y promesas incumplidas. La historia de las relaciones fronterizas del hombre blanco con los indígenas es un registro asqueante de asesinatos, ultrajes, robos e injusticias cometidas por los blancos, como regla, y como excepción de ocasionales estallidos salvajes y hechos incalificablemente bárbaros de desquite por parte de los indígenas.
Informe al Presidente Grant (1869)
Existe una línea conductora que va hasta los comienzos de la historia estadounidense. El ataque contra la población indígena durante la conquista del país fue genocida; y la gente no se da cuenta de eso, lo celebra; (…) entonces llegaron a la matanza de los indígenas pequot de esta área (New England), donde los colonizadores simplemente los atacaron, los quemaron y asesinaron a todos, los hombres, mujeres y niños… Esa es una de las glorias de nuestro pasado colonial…
Noam Chomsky


De los delitos y las ideas


Si forma parte de los designios de la Providencia destruir a estos salvajes con el fin de darle espacio a los cultivadores de tierra, me parece probable que el ron sea el instrumento apropiado. Este ya ha exterminado a todas las tribus que habitaban con anterioridad en la costa. 
Benjamin Franklin, Autobiografía, Writings, a cargo de  J. A. Leo Lemay,

Library of America, Nueva York, p. 1422.



El primero de esos delitos de lesa humanidad es el genocidio de los indios pieles-rojas. Unos 5 millones de personas como mínimo fueron exterminadas por la acción combinada de los colonos y del gobierno estadounidense. El congreso de los EEUU ordenó la aniquilación de este pueblo como "solución final" al problema indio.

Nuestras fuentes de información son las siguientes: 1/ Marc Ferro: El libro negro del colonialismo, Madrid, La Esfera de los Libros, 2005; 2/ VV. AA.: El libro negro del capitalismo, Txalaparta, Tafalla, Nafarroa, 2001 (cuarta edición, 2008); 3/ Domenico Losurdo: Contrahistoria del liberalismo, Barcelona, El Viejo Topo, 2007.  


Pero aquí no nos limitaremos a elaborar un catálogo de hechos acompañado de la correspondiente condena y manifestación de indignación. Como página de filosofía crítica, nos interesa establecer la relación existente entre los crímenes perpetrados y la ideología de los perpetradores. Éstos eran liberales y cristianos. No estaban incumpliendo unos preceptos religiosos, morales y políticos, no estamos ante un acto de hipocresía, como podría pretenderse a fin de exonerar las doctrinas y archivar el caso en el expediente de la excepcionalidad anecdótica. Tanto el análisis de los delitos y las ideas cuanto el desarrollo histórico posterior de los "Estados Unidos de América" ponen en evidencia que el recurso citado faltaría gravemente a la verdad, convirtiéndose en un acto de complicidad y convalidación, por activa y por pasiva, del genocidio cometido. El fundamento ideológico del exterminio de los indios pieles-rojas es una doctrina liberal-cristiana perfectamente vigente en el "mundo occidental". El enemigo fue y es "el Demonio" (actualmente: los "fascistas"). Los adversarios, reales o supuestos, son definidos como "eje del mal". Una vez deshumanizados, procédese a su persecución, explotación o exterminio sin mayores contemplaciones. La justificación delirante, teológica, no es cosa del ayer, sino que los intelectuales liberales, es decir, personas como Arcadi Espada o Gabriel Albiac, por decir algo que resulte olfativamente familiar en el podrido Reino de España, la emplean con toda naturalidad, aquélla que corresponde a "lo obvio" del burgués satisfecho. El exterminio de los indios no se experimenta con aquella vivencia casi litúrgica asociada a una película sobre el Holocausto. La gente puede reír y divertirse en el cine mientras matan a los indios. Se trata de algo muy parecido a lo que sucede con las películas de alemanes. Véase "Malditos bastardos", por ejemplo. También Hollywood, en su tradicional versión sobre el pueblo indio, emite un mensaje relativo a la crueldad de los pieles rojas, a su salvajismo, a su primitiva ética heroica y guerrera que contrasta con la moral cristiana del protagonista blanco, arquetipo dulzarrón, pero letal, de "La casa de la pradera". Si queremos entender la banalización del genocidio indio, es decir, su carácter circense, relacionado con la industria del ocio y el entretenimiento consumista de la "buena gente" burguesa, tenemos que adentrarnos en el lenguaje de la Biblia. Un ejemplo bien reciente de justificación biempensante del genocidio:
El Estado judío no habría nacido sin la expulsión de 700.000 palestinos. Así pues, había que expulsarlos. No había otra opción que expulsar a la población. (...) Tampoco la gran democracia estadounidense se podría haber creado sin la aniquilación de los indios. Hay casos en que el buen fin general justifica los actos implacables y crueles que se cometen en el curso de la historia.

Benny Morris, historiador israelí.

Nadie ha protestado por esta "justificación del hecho". La oligarquía occidental ostenta el "derecho de genocidio" en nombre de su elección divina, destino manifiesto o como se quiera llamar a su sistemática ideología de opresión, saqueo y exterminio.

Jaume Farrerons
La Marca Hispànica
29 de octubre de 2014

ANEXO DOCUMENTAL
Sobre la vinculación esencial entre la "ideología" cristiano-liberal y las pautas de conducta genocidas puede consultarse el siguiente artículo de Franz J. Hinkelammert sobre "La inversión de los derechos humanos: el caso de John Locke" (1999). El mayor filósofo del liberalismo es sometido a examen.

http://www.filosofia-catalana.com/docs/altres/altres2/La%20inversion%20de%20los%20derechos%20humanos.PDF

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